martes, septiembre 14, 2010

desde un rincón
me asumo el guardián de mis tesoros
y los protejo con todo el esplendor que me ofrecen
la noche se declara impune
y los escombros de festejos ajenos
son vigilados por algún espectador casual
yo también vigilo
en una casa uno se anima
y en una casa uno se deja
de a poco se va deteniendo el fluir del agua
se puede sentir que algo se detiene
y se iluminan algunos parajes lejanos
deshabitados y ansiosos
sigo vigilando y una pareja
hace una mudanza caminando y se ríen
me defendí de todos
desde un rincón agoté todas mis fuerzas
y siempre alguien me miraba
desde lejos, no se perdía nada
hasta que despacito se empezó a alejar
me acorde de mis ojos amarillos escupiendo pies extraños,
la inclemencia y tus labios hablando otro idioma
en una casa uno se anima
y en una casa uno se deja
el guardián de mis tesoros
se quedó mirando el agua que se iba
y se fue encontrando solo
si me enfermo es por ponerle nombre a las cosas
y por creer que siempre estoy yendo a algún lugar

a la vuelta
cuando cruzaba la avenida
deje un hilo de sangre tras mi paso

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie te lo dice, pero sos hermoso.
Es el secreto que guardan los lápices.

celeste prezioso dijo...

gracias pacho! muy lindo todo por estos lugares también
un beso!