martes, mayo 07, 2013

vida y muerte de un pájaro ciego


CREACIÓN



I

recuerdo cuando no existía nada
un espacio vacío sin día ni noche
las mariposas entraban por un oído
los gusanos salían por el otro


II

señor ¿en que pradera
abriste las piernas
para que asome mi cadáver
-que aún era un bebé-
escupiendo fuego
nadando inquietudes?


III

de niño salí a la calle
lo primero que vi fue un ciego
una anciana me preguntó:
¿sabes por que hora vamos?
vi al sol alumbrando el camino desde lo alto
las hojas marrones estallando en mi pasos
no lo se señora pero yo también
cuido un pájaro sin ojos

IV

para crecer tuve que matarme
tocar mi verdadero cuerpo
un laberinto de voces
recibí whisky en el rostro
alguien hermoso me acunó


V

 -volá, volá que sabes el camino
¿quien necesita mirar?
ya nadie necesita mirar









ESCRITURA



I

cuando llegó el poeta
se paró en el portal
la sangre colapsó en las neuronas
que inquietas esperaron
la caricia del amo


II

las calles de almagro
se hacían verano a nuestro paso
sellábamos el pecado
a plena luz del día
recuerdo, si
marcar fechas en un calendario
encontrar un perro muerto
temblar ante lo inmóvil


III

escribiendo en la libreta en el baño
me reconozco
estoy brindando y no creo que haya algo mas hermoso
soy el primer hombre
el que nació del fuego y caminó sin entender nada
hasta llegar a mi


IV

recuerdo la primera vez que escribí
escuché un niño llorar
el barro en el rostro las perlas en el cuello
aún no estaba en esta ciudad de fuego vómito olvido
durante la noche los truenos
congelaron mis nervios y no me di cuenta










CONJURO

I

ay estas garras mías
que rascan contra las piedras
que cortan la carne virgen
ay los hombros de mi padre
que soy yo
cansado escuchando el viento
marcando mi territorio


II

como cosechar
todas las vidas desde una sola
príncipes alados
hablen por mi
suban mi cuerpo a sus caballos
recuerden mi rostro
recuerdan su aroma


III

me parece tan cercana y real
la capa de muerte
que reposa los domingos sobre las cosas
el hombre reencarna en su naturaleza
un ser que conoce su muerte



IV

muy lejos un niño vuelve a llover
los cachorros beben leche de su madre
quisiera estar ahí
sangrar en la calle
fue verdad
estar perdido en esta selva
fue verdad
mi secreto consistió en despojarme







CONDENA


I

me dediqué a observar cada señal
que la noche propone antes de llegar
la noche que viene de tan lejos donde no existe el sonido
la noche que avanza para siempre
destruyendo los espacios
que tratan de observarla



II

pasé mucho tiempo pensando
en la verdad de la belleza
alimentando un pequeño conejo
que quiso robarme el alma



III

siempre te escapas pájaro ciego
no puedo tenerte en mi cabeza
alardeas tu vuelo filoso
sobre las mareas y las ciudades
tu suave voz celestial me dice:
no puedo participar del mundo
y ser habitante de mi.
el color celeste y el color amarillo
se mezclan en mi nebulosa cuando te vuelvo a encontrar



IV

dejame ver tus ojos
quiero ver que extraña esperanza
sobrevive ahí,
que vaso a medio beber
quedó sobre un mantel rojo



MUERTE

I

unos ojos rojos
me acariciaron el pelo en la oscuridad
¡unos ojos!
y el pájaro se posó por última vez en mi hombro


II

esa noche
la espuma salía de la boca de mi padre
¡que soy yo!
a veces me quedaba
congelado entre los hombres,
las plumas tenían el color
del arrepentimiento y la venganza.


III

juramos no salir de nuestros agujeros negros
esa noche no se abrió
un circulo en la tierra
ni las nubes dejaron de escudar a dios.
esa noche los gusanos entraban por un oído
y las mariposas salían por el otro.
hubo quien dijo que el hombre
ya dominó todos los milagros
que la naturaleza le había mostrado,
yo soy la prueba de que no.



IV

la noche de mi muerte
ya no importaba ni lo que digo
ni lo que escribo ni lo que pienso.
la imagen es confusa pero veo
un gusano avanzando por una hoja,
una mirada persiguiendo a otra en la hierba,
animales descansando,
yo por fin, descansando.








PURGATORIO


I

escuché que los presos
nunca se olvidan de la celda
escuché que el cosmos
cabe en la palma de la mano de un niño
juré no morir sin envolverme.
caminé en la playa esperando la luna
y recién apareció cuando me detuve
y ya eran cuatro los perros que me seguían



II

yo que aprendí a devolverle
la virgindad al pensamiento,
soy feliz porque esa noche no existió.
yo entiendo que lo que escribo
-no lo que digo, no lo que pienso-
está vivo entre nosotros.



III

…siguiendo mi monstruo
me bajé antes del colectivo
y crucé la autopista caminando.
del viaje quedarán cenizas
nunca se sabe a quien usa el demonio.

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