I
el día que nos encontramos frente a tu cara
y me dijiste
no soy tu corazón
después me desperté y ya estabas cambiada
durante la noche
hiedras negras treparon las paredes
e impregnaron un dulzor venenoso en el aire
que vergüenza, en el trabajo se van a reír
dijiste con el cuello rojo
y un portazo en la punta de los dedos
II
alguien señala el cielo
ahí cae
pronto estará entre nosotros
las nubes dejaron de cubrir a dios
la melancolía de estar vivo
nos envolvió a todos
y nos regaló al tiempo
miren la inmovilidad de los lobos muertos
es nuestro dormir
es el otoño que llega y me seca la sangre
III
puentes que unan ciudades
brumosos
fríos
vengan a mí
muéstrenme el sendero
IV
el sueño agrio
un camino entre árboles de cielo
tropezar, el barro, hundirse
el dulce despertar
¿dónde? ah, cierto
cantar para saber despierto
llorar para saberse vivo
estar solo para penetrar la individualidad
correr chocar sangrar
salud? volver
y la lluvia
que pasa desapercibida
V
cuando se acuestan a dormir los espectros
¿donde los hay?
dentro tuyo
mirá quienes corren hacia acá
vienen con el alma entre las manos
vienen quemándose los ojos
cuando se ríen les explota la cabeza
VI
si me olvido del tiempo
viajo en el tiempo
entre las hierbas secas afloran mis luces
en húmedos paseos
creo en casi todo
y no creo casi nada
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