desde la mas reconditas de mis raices
me presento,
en el fondo del mar
y en la punta del edificio publico
toda la miel
apabulla mis sentidos
no dejo
no dejo de pensar en el fuego azul
y en las tempestades
viajo entre las ciudades
y voy perdiendo partes en el camino,
cada uno de ustedes
se lleva algo de mi
la niña de ojos grandes
agita sus brazos
en la mitad del sendero
infinitamente recorrido
es igual
el cielo
la sangre
las cuevas
los trenes
el pasto fluroescente
giran las ruedas
aniquilando lo que queda de primavera
mi pecho es carne viva
ojala me duerma
asi vuelvo a soñar
con el paraiso,
y con tus tetas
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