para llegar a la playa hay que cruzar altos medanos
regados de pequeños animales con tenazas
que atacan desde la oscuridad,
junto a nosotros pasó una mariposa que ya estaba muerta
su cadáver flotando en el viento solar
fue alejandose poco a poco hasta el horizonte del oceano
ese agujero de nada sobre el que solo caminan los poetas.
nuestros pies ardiendo temblando en la arena
unas huellas sin dueño nos guiaron hasta la orilla
al final del día una voz se dejo ver entre las olas:
“síganme, no me sigan”
el viento se calmó y el sol detuvo su marcha
la marea trajo a nuestro refugio un pez muerto
dentro de su boca estaban mis ojos
¿qué es lo que querés ver, corazon?
tus manos degollando conejos
el alba resucitando las sombras
un bolsillo ansioso de deseos
hormigas cargando hormigas muertas en su espalda
nunca se hizo de noche
¿dónde deje mi gorro?
el rostro me arde, creo tener fiebre
escaleras acostadas contra un muro blanco sin fin.
2 comentarios:
Que lindo esto, me quedó la sensación de que no concluye, de que no tiene final, como escaleras infinitas.
Te dejo un link para que veas como son las Acacias, de las que hablo en el escrito que comentaste, para que estes atento por si las ves por tu barrio.
http://www.merle-online.de/es/albizia_julibrissin.html
yo te quise muchisimo
hubiera dado lo que fuera por vos
y me decepcionaste
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