lunes, julio 20, 2009

pasé la noche con la luna
y estaba tan incompleta
que era una buena compañía
tengo que nombrar al vino
que de a ratos
nos carcomía las sienes,
cuando no alcanza con respirar
escribo
y cuando te nombran
siento un sótano abandonado en el cuerpo
y unas arañas me suben por los tobillos
encadenado a la silla
te vi caminar por el anfiteatro natural
desnuda
tu mirada se dirigía al piso y
tus movimientos mecánicos
la lluvia quemaba y mis gritos se perdían en el aire
desesperaba y rugía tu nombre
estabas ahí
pero vos seguías caminando mecánicamente sin escuchar
mis ojos dicen la verdad esta vez
y la luna cobija mis pensamientos enredados
los dedos del pie se buscan entre si
las flores y los perros titilan en el cielo
te iba a pedir que ya no me claves tus espadas
imagino un lago
en el que el sol teje pequeñas mantas amarillas
y en la orilla tres niños juegan en la arena
esta noche no hay escrúpulos
ni existen paradojas
como ven, yo soy todo esto
y no dejo de pensar en la que dice descreer de los dolores corporales
en la que piensa en trenes sin que se le escape ningún vagón
quien carece de postura
y despilfarra colores
goza de hipnotizar a la noche
se recicla en cada esquina
y se enorgullece de no endulzar el café
contiene el océano pacifico entre sus piernas
me vuelve racional con solo pestañear!
siempre fui
un discípulo del viento
lento
contento
suculento
y no miento
pero me tiento
estos versos
son momentos del gran cuento
y ahí esta la luna de vuelta
debo confesar que mis ojos
no siempre dicen la verdad
la luna no es incompleta
y las huellas de las paredes si son mías
esta noche me he proclamado
como un catador de texturas
un caminante de lo onírico
me han glorificado
los gatos de los techos
con su andar delicado
y el verdor del aire
que amenazaba directamente mi condición humana
esto debe ser una declaración de existencia
entre vos y la existencia
los dos grandes caballeros
que con sus armaduras y sus espadas
aniquilan el devenir
me quedo con vos
la luna está húmeda
y mi pensar un velero perdido en el mar
mi sentir
un nido vacío que aguarda ser habitado
antes que se desintegre
yo soy todo esto
la lagrima sin dueño que se pierde en el río
soy la sangre derramada en el camino

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